lunes, 16 de marzo de 2009

GORDA!


Cuando me agarro un calambre en la pierna izquierda, mi vieja aprovecho para irse y no escuchar (siempre lo mismo). Haciendo puchero y conteniendo el llanto hable, empecé a decirle que esto no da para mas, que así no estoy bien, y que no quiero volver a hacer los mismos esfuerzos que siempre terminan siendo en vano. Me sentía amordazada hace rato, nunca pase tanto tiempo sin hablar del tema y haciéndome la tonta. Pero no aguante mas y le reconocí a mi vieja en la cara que ya no puedo mas, que estoy cansada. No quiero someterme a esas dietas que me torturaron desde que tengo uso de razón. No quiero que me vuelva a pasar lo de siempre, porque cada vez siempre es peor. Y ya estoy grande, no me puedo seguir haciendo la boluda, tengo que hacerme cargo que tengo una enfermedad, una adicción, (quizás dos). Desde los 8 años aproximadamente que la palabra “dieta” retumba en mi cabeza, la palabra “Light” me da nauseas, y la palabra “flaca” me duele. Crecí creyendo que ser gorda era lo peor que te podía pasar, pase por distintas etapas, si bien de chica hice muchísimo deporte, me auto discriminaba porque no era como las demás, y lo mas grave era que solo tenia algunos kilos demás, nunca fui obesa. Ahora que miro para atrás no puedo creer la cantidad de cosas que deje de hacer por no hacer el ridículo, para no sentirme incomoda ante la mirada de los demás, o simplemente porque tenia terror y muchisima desconfianza. El tiempo paso y no puedo hacer nada para cambiar eso, y me da bronca y por sobre todo mucha tristeza.
Hubo momentos en que me sentía bien, y pude lograr algunos objetivos con respecto al tema, pero siempre, repito: SIEMPRE, termine dejando todo por la mitad, porque llega un momento en que las cosas se me van de las manos y todo vuelve hacia atrás. Es como el juego de la oca, avanzo 10 casilleros y retrocedo 15, una y otra y otra vez, solo que traducido a “kilos”, bajo 10 y subo 20. Como dije antes nunca estuve tanto tiempo haciéndome la boluda, pero ya no puedo seguir así… no mas. Los kilos que sobran son un impedimento ENORME para muchísimas cosas, la gente que no padece esta enfermedad no tiene idea de lo que se sufre, puede suponerlo, pero JAMAS va a entenderlo. La comida en mi vida es una adicción, lisa y llanamente, y todo se me esta yendo de las manos...

HELP!

domingo, 1 de marzo de 2009

Ciclotimica yo??

Olvidemos el post anterior! YA!
Si, si... así como se lee.
Ya se derritió todo lo que me pasaba, su serenidad ya no me agrada tanto, y ni bien lo vi por tercera (y creo que ultima vez) me di cuenta que algo no iba, algo no encajaba. Sábado, noche, dimos unas vueltas por la Av. Corrientes, hacia muchisimo calor y yo estaba bastante molesta por eso, no nos decidíamos si ir al cine o al teatro, finalmente fuimos al cine, pero antes degustamos una rica cerveza bien fría y merecida.
La película me gusto, a él no tanto. Y a medida que iban pasando los minutos me convencía cada vez mas de que no encajábamos. Fuimos a su departamento y el clima cambio mas aún.
Tuvimos charlas agradables, leí parte de un cuento que esta escribiendo, me pidió mi opinión, se la di, tomábamos agua, todo era casi normal, pero yo estaba segura de que no íbamos a llegar lejos. No sabia si quedarme, si irme, no sabia que tenia que hacer y menos que menos sabia que quería hacer, la noche se puso confusa hasta que él hablo, yo lo empuje un poco para que lo haga, quería que inconcientemente me ayude a descifrar que estaba pasando, cuando empezamos a poner "las cartas sobre la mesa" algunas cosas de aclararon y otras no tanto. Finalmente sonó el timbre, era el remis que venia a buscarme justo cuando yo le estaba confesando que tengo otra historia encima, que todavía a veces me pesa, creo que fue oportuno ese timbre... nunca mas oportuno. Bajamos dos pisos por escaleras mientras le iba terminando de contar y le agregaba algunos detalles a la historia, el venia detrás mio y de repente me dice: "Es que vos sos una persona muy querible", y yo sin pensar, mirándolo sobre mi hombro le conteste: "Si, pero a veces no alcanza". Y me fui con la frente en alto y con un alivio inexplicable .
Nos despedimos rápido, le di un beso en la mejilla, me di media vuelta y pensé... "no te quiero volver a ver".